La Amatista se caracteriza por su brillo púrpura real. Por lo tanto, no sorprenderá que la realeza y las figuras prominentes religiosas en particular tuvieran un interés personal en esta piedra de nacimiento, que apoya la piedad y el celibato.
Afortunadamente, esa propiedad no afecta la idoneidad de la amatista como un regalo para tu pareja. Se afirma que San Valentín, patrón de los seres queridos, llevaba un anillo con una amatista.
El mineral supuestamente imparte sabiduría y serenidad en su portador. También se afirma que la amatista es una cura para todo tipo de dolencias. No solo San Valentín, sino que Leonardo da Vinci también era fanático de la amatista. Escribió que la piedra era una barrera para los pensamientos negativos y que mejoraba la inteligencia.
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